Sigo sin creerme que el 2017 esté llegando a su fin. Y es que sé que me repito pero, creedme: ¡no me he enterado de este año!
En general, no soy de esas personas a las que les gusta mirar para atrás: siento que del pasado, sólo podemos conservar en nuestra memoria los buenos momentos y aprender de aquellos no tan maravillosos...Pero llegados a este punto del año, siempre me gusta hacer balance. No es un balance para sentirme "culpable" por aquello que no he hecho o exigirme nuevas y desproporcionadas metas para el nuevo año que se avecina. No os equivoquéis. Mi balance al finalizar el año, siempre va dirigido hacia el mismo punto: aprender a conservar mejor aquello que me suma como persona y mejorar aquellos puntos que no terminan de convencerme o hacerme del todo feliz.
Sin duda alguna, uno de los puntos fundamentales va a ser el de aprender a "tomarme las cosas con calma". Sé que desde aquí, todo parece fácil y sencillo porque siempre mostramos la cara bonita de nuestras vidas (tanto en blogs, como Instagram y demás RRSS), pero como ya sabéis de sobra, esto no es siempre así.
Este año que termina, ha sido una locura en cuanto a que he decidido meterme muchos -quizás demasiados- proyectos en los que además, día tras día, me he tomado muy a pecho los resultados obtenidos. Cierto es, que todo aquello en lo que he decidido meterme, es totalmente voluntario y va con el afán de mejorar tanto a nivel personal como profesional. Pero os mentiría si os dijese que me resulta fácil trabajar en horario comercial, estudiar y entregar proyectos a tiempo y mantener el ritmo de 3 publicaciones semanales. Para mí, eso ha implicado - y sigue implicando actualmente- no contar nunca con un sólo "día libre".
Es evidente, que la parte del blog, es 100% por hobby y porque me hace feliz. Pero eso no cambia el hecho de que lleva un trabajo considerable detrás, sobre todo, cuando quieres ofrecer contenido de calidad. A veces he pensado, que es la parte en la que debería parar un poco; pero cuando he llegado a esta conclusión, en seguida la he descartado: ¿cómo voy a renunciar a la parte de mi día a día que me permite expresarme libremente con vosotr@s, ser yo misma y dedicarle tiempo a lo que de verdad me apasiona?
Y sí, es así como me siento: formáis parte de mi diario -aunque no os pueda ver- y de alguna manera, cuando me habláis, siento que yo llego a formar incluso una pequeña parte del vuestro :)
Como posiblemente ésta sea la última actualización del 2017, no quiero cerrar este capítulo sin desearos una muy feliz salida y entrada de año nuevo. Y para el 2018, os dedico de corazón una de mis frases de película favoritas:
“No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar oportunidades o echar todo a perder. Espero que hagas lo mejor. Espero que veas cosas que te asombren. Espero que sientas cosas que nunca sentiste antes. Espero que conozcas a gente con un punto de vista diferente. Espero que vivas una vida de la que estés orgullosa. Y si te das cuenta de que no es así, espero que tengas el valor de empezar de cero.”
¡Millones de besos! ♥ ♥ ♥
¿Qué llevo puesto? / I'm wearing:
Top + Falda/Skirt: Zara A/W 17
Medias/Panties: Calzedonia A/W 17
Pendientes/Earrings: Joid'art